sábado, 23 de julio de 2011

Artículos escritos para Crazyminds

  Como habréis podido comprobar, estas primeras semanas de verano he tenido el blog un tanto parado, no así la escritura de artículos y es que he estado colaborando con una web sobre música en la nueva sección de cine que han decidido hacer un artículo recopilatorio de lo que he escrito para Crazyminds por si os parece interesante. En cualquier caso en breve estaré de nuevo más activo en CinemaSioner con nuevas curiosidades. Aquí os dejo los artículos, que van desde monográficos a críticas:

Como cada año, el Festival de Cine de Cannes exhibió gran parte de las películas que más darán que hablar en cuanto lleguen a las salas. Este año la cosecha ha sido más internacional que nunca, y es que incluso el cine independiente norteamericano se ha nutrido de directores foráneos para sus producciones pero también un nueva horda de cineastas de todas partes con suculentas nuevas ideas cinematográficas.
Ejemplos de esta tendencia son el danés Nicolas Winding Refn (Drive) o el italiano Paolo Sorrentino (This Must Be The Place). En el primer caso, el premio a mejor director en el citado festival de Cannes asegura una buena cantidad de premios en meses venideros y, puesto que se trata de una producción estadounidense, está en una posición privilegiada de cara a los Óscar. Su premisa es sencilla; un especialista de Hollywood (Ryan Gosling) se ofrece como conductor de huidas para atracadores de bancos. Al parecer, las reacciones de quienes la han visto son entusiastas y resaltan el buen dominio del tempo, lo que la convierte en una de las cintas más esperadas de este año.  SEGUIR LEYENDO...


 Cada vez que un cineasta se pone a la tarea de adaptar un best seller de la literatura siempre surgen las típicas opiniones enfrentadas y normalmente la balanza acaba decantándose a favor del libro. Sin embargo, cuando la adaptación la hace un autor como el franco-vietnamita Tran Anh Hung, hay que recalcar los matices. La novela de la que parte, titulada en España como Tokyo blues cuyo nombre internacional es Norwegian Wood en referencia a una canción de los Beatles, es una obra semi-autobiográfica en la que un hombre recuerda su juventud a través de sus primeros amores, las revueltas estudiantiles en las que permaneció impasible o la pérdida de la inocencia.
 Quien conozca la obra Anh Hungpensará que esta historia le viene como anillo al dedo, pues se trata de uno de los más importantes cineastas de su generación que sin apenas diálogos consigue momentos cargados de semiótica y belleza. No hay más que revisar ese retrato de la violencia que es Cyclo, ganadora del León de oro en Venecia, o su poética ópera prima El olor de la papaya verde. Sin embargo, la adaptación cinematográfica tiene como principal problema el que precisamente es uno de los puntos claves del libro y algo que el cineasta domina a la perfección; los detalles. Tran Anh Hung se deja llevar por su gusto estético y sonoro prestando menos atención a la estructura y la historia. SEGUIR LEYENDO...

A menudo sucede que importantes películas que esperamos con ansia nunca llegan a nuestras fronteras. El problema, principalmente, suele ser el escaso margen de riesgo de la mayoría de distribuidoras, que adquieren los derechos de las producciones de las grandes majors, dejando aquellas películas independientes, arriesgadas o sin estrellas a distribuidoras de menor peso que en el mejor de los casos acabarán editando dichas obras en formato doméstico.
Casos hay miles, pero he recopilado unos cuantos que a mi parecer son bastante llamativos e incluso hay directores cuyas obras siguen siendo en su mayoría inéditas en España, tal es el caso de Guy Maddin (del que el festival de Toronto declaró el mejor cineasta de la pasada década), Brillante Mendoza o Hong Sang-soo.
Aquí va una pequeña muestra de películas independientes de última hornada que, probablementejamás serán distribuidas en España; Fido (Andrew Currie, 2006), una irónica comedia sobre zombies protagonizada por Carrie Ann Moss (The Matrix, Memento) que recibió grandes aplausos en todos los festivales por los que pasó y doy fe que merece un estreno en condiciones en salas, sobre todo echando un ojo a la cartelera veraniega. SEGUIR LEYENDO...

La premisa de esta película argentina, que cuenta con toda clase de premios internacionales, es sencilla. Un conflicto vecinal generado a raíz de una ventana, la que el vecino Daniel Araoz decide abrir en su casa para poder tener luz, el problema es que dicha ventana da directamente a la casa de Leonardo (Rafael Spregelbuld), afamado diseñador que vive nada menos que en una casa diseñada por Le Corbussier, hermosa y funcional pero con algunos problemas de seguridad.
No hace falta decir que la ventana es una excusa de la que se sirven los directores para desarrollar la relación entre ambos vecinos, que por momentos llega a ser del arquetipo “hombre rico, hombre pobre”. Es aquí donde se crea el mayor suspense y la película funciona mejor; en esa sensación de peligro cotidiano, muy al estilo de Michael Haneke, en el que las acciones del vecino “pobre” parecen imprevisibles y que además reflejan la lucha de clases desde el lugar más básico; sus casas. Sin embargo, no nos engañemos, esta amenaza no es más que otra cortina de humo que sirve al verdadero interés del guión; mostrar las cualidades morales de uno y otro. De esta manera, uno sabe a mitad de film por dónde va a seguir la película, que se esfuerza en destacar cada vez más la apariencia soez y sucia del vecino pero reforzando su moralidad mientras mina la del protagonista Leonardo, aparentemente impecable al inicio de la cinta. Es aquí donde surge el otro problema de la producción, y es que el guionista fuerza las situaciones en muchos puntos, especialmente en las relaciones familiares y algunas escenas no acaban de tener la fuerza suficiente, dejando a ratos un relato anodino y poco interesante ya que durante gran parte del film casi toda su fijación es el conflicto de la familia desestructurada, que sin embargo sólo es capaz de ver como su mayor amenaza que les vean a través de una ventana. SEGUIR LEYENDO...

 Eso es todo por el momento, espero que os gusten estos artículos fuera de CinemaSioner. Repito que no tiene nada que ver con el blog y que seguiré actualizando este con más periocidad. Muchas gracias ;)

miércoles, 13 de julio de 2011

Películas "únicas" de vampiros

 Aunque no soy muy seguidor del cine de vampiros actual, que incluso por momentos me repugna desde que tuve la ocasión de ver "Luna nueva", de lo más absurda, aburrida, arrítmica y puritana que he visto nunca. ¿cómo puede "Crepúsculo" ser un fenómeno fan?. Lo único que saqué en claro es la falsa moral que tienen los estudios para vender a las niñas la importancia de que no "te muerdan" hasta el matrimonio mientras se deleitan con el torso desnudo del hombre lobo (depilado al raso, por supuesto).

 Pero en este artículo no pretendo dar protagonismo a esa inefable saga, sino dar "voz" a películas de vampiros que van en otra onda, lejos de modas y superficialidades, y que además tienen su propia personalidad y fuerza por si misma. Es por ello que no citaré películas imprescindibles como la mayoría de Dráculas (desde el de Browning a Coppola pasando por el de Fisher) ni películas en exceso conocidas (Nosferatu, Entrevista con el vampiro, Noche de miedo, Déjame entrar...). Esto va de otra cosa, de ese "otro" cine de vampiros que me lleva hipnotizando desde hace años, e incluso me llevó a rodar con algunos amigos un corto-documental cercano en la forma y el fondo del que hablaré algún día.

 -The Addiction (Abel Ferrara, 1995)


A mediados de los 90, Abel Ferrara decidió llevar el subgénero vampírico más allá. El paisaje urbano que recrea en esta curiosa película es bastante amplio; desde las peligrosas calles del Bronx neoyorkino a la aparente tranquilidad de un apartamento burgués o los pasillos de una inquietante universidad. A pesar de la modernidad que destila, la fotografía opta por el blanco y negro, dotando al producto de un acabado casi "de contrabando" que funciona muy bien a la historia. 
 En general, fue de las primeras películas que además de sexualizar al vampiro se trata su problema como una metáfora de las drogas, así esa relación que se establece entre ambas temáticas funciona a la perfección. No hay duda que es pretenciosa y, dentro de su pretendida fealdad, resulta preciosista, pero cuenta con unos diálogos y unas escenas de reflexión sobre los vampiros muy interesantes desde el punto de vista filosófico y vital. Muy recomendable.

 El momento: La fiesta casi al final de la película, todo espectador la recordará.

-Drácula: pages from a virgins diary (Guy Maddin, 2002)


 No es la primera vez que reivindico una película de Maddin, sin duda, uno de los directores que más me apasionan. Tampoco es la primera vez que comento esta película, ya la incluí en la lista de mejores películas de 2001. En si, esta versión muda en ballet de Drácula es de lo más refinada, sensible y a la vez siniestramente hermosa. Con una delicada puesta en escena, que simula, como casi todas las obras de Maddin, la textura del cine pre-sonoro, se nos cuenta la misma historia del famoso vampiro de una forma única y delicada, con fuerzas visuales actuales y una estructura que se rompe en colores según el relato lo va necesitando. La rareza llega a tal extremo que el actor que encarna al conde es chino, lo que no supone un handicap negativo, sino que incluso dota al relato de una fuerza aún más potente de cara al espectador.

 Absolutamente todo; la música, la puesta en escena, los intertítulos y la estructura están cuidados al detalle y con mimo. Como curiosidad, comentar que se centra en la historia de Lucy y no la de Mina, como casi todas las versiones de Drácula. Ganó a mejor película en el festival de Sitges.

El momento: El baile en el cementerio.

-La sombra del vampiro (E.Elias Merhige, 2000)


 "La sombra del vampiro" surge de la leyenda en torno a Max Schrek, el "actor" que dio vida al conde Orlock en la mítica "Nosferatu" (Murnau, 1922), nunca se supo la procedencia de este actor y debido a su brutal y sobrecogedora interpretación, unido a que su apellido, en hebreo significa "grito", dio pie a muchas leyendas. Esta película, estrenada en el año 2000 recoge la historia del rodaje de Nosferatu y la tesis de que Shreck, del que nunca más se supo, pudiera ser un chupasangre. Aunque a nivel cinematográfico no ofrece nada nuevo y es un poco repetitiva, recomiendo verla a todo fanático como yo del expresionismo y del cine dentro del cine. Por desgracia, no se supo trasladar el esoterismo de Nosferatu al ambiente que se respira en esta cinta, una pena.
 La película fue conocida, sobre todo, gracias a la nominación al óscar como mejor actor secundario a Willem Dafoe encarnando a Max Schrek en un ejemplo de mímesis gestual y maquillaje perfecto.

El momento: Max Schrek mordiendo sin parar a una víctima después de acabar la toma.

-El Circo de los vampiros (Robert Young, 1972)


 Cuando escribí el artículo sobre la Hammer films hace un año hablé sobre algunas de mis películas favoritas de la productora, pensando siempre en continuarlo con un segundo e incluso tercer artículo que escribiré pronto. Una de las rarezas que me llevan a hacerlo es mi pasión por su cine de vampiros que ni es clásico ni moderno, que es sexual pero desde la sutileza, en definitiva, que tiene algo de especial. Una de las que más me han llamado la atención es "El circo de los vampiros", sobre un extraño circo de bestias de todo tipo que llega a una población rural del siglo XVII causando inexplicables muertes con una bonita historia de amor soterrada en medio. Se intentó hace dos años dar algo de actualidad fundiendo esta sinopsis con la de Harry Potter en la nefasta "El circo de los extraños" (2009). Por suerte, esta producción de la Hammer no tiene nada que ver y supone uno de los títulos más extravagantes aunque algo irregular de la productora. Lo recomiendo.

 El momento: La persecución de la pantera por el bosque.

-Nadja (Michael Almeyda, 1994)



 Y con "Nadja" cerramos el círculo abierto con "The addiction". Quizás ésta sea la más extravagante y rara de toda la lista, aunque faltaría, según los puristas, "La hambruna" (1983) que todavía no he podido ver pero que comparte raíces underground con estas dos propuestas recién mencionadas. Producida por David Lynch, que también interpreta un pequeño papel, es una cinta decididamente intelectual, que utiliza el tema vampírico para hablar en clave de subtexto. Así, sobre la imagen, en blanco y negro, aparecen numerosas reflexiones sobre la sociedad actual (o más bien de finales de los 90) en cuanto al uso de drogas, enfermedades, necesidades etc, siendo la de los vampiros una metáfora del desajuste moral y social del fin del milenio. La protagonista, que recuerda en cierto aspectos a la personificación de la muerte en la gran "El séptimo sello" (1957) es una vampiresa que tiene como intención un nuevo comienzo y reunir a la familia. Destacar también que algunas escenas, las de los ataques, fueron rodadas con una cámara de juguete Fisher-Price.

El momento: El plano secuencia de la vampiresa caminando con la música de Portishead de fondo.

martes, 21 de junio de 2011

Enter the void (Gaspar Noe, 2009): La pesadilla cinematográfica



Sinopsis: "Óscar y su hermana malviven en Tokio con empleos poco recomendables. Un día, Óscar es asesinado, entonces su alma saldrá de su cuerpo para cumplir la promesa de proteger a su hermana."

 Hace tiempo que tuve la ocasión de ver esta película, "Enter the void", del argentino afincado en Francia Gaspar Noé, director de la polémica "Irreversible" (2002), sin embargo, no sabía por dónde empezar, porque la propuesta que nos presenta es a ratos tan anti-cinematográfica que no se atañe a ninguna costura previa. Ya el título deja claras las intenciones iniciales "Entrar al vacío", un vacío existencial que nos llevará a deambular por las tétricas calles de una expresionista ciudad de Tokio. Y no es algo gratuito, todo el film está rodado en primera persona, es decir, desde la mirada del protagonista, al estilo de "La dama del lago", aquella extraña cinta de cine clásico cuyo única perspectiva era la subjetiva del protagonista. En "Enter the void" esto se lleva al extremo, y durante los primeros veinte minutos seremos testigos incluso de los parpadeos o las sensaciones psicotrópicas que las drogas causan a Óscar. Pero será a partir de la muerte de Óscar cuando dejemos de "hacer pie" en este mundo y la cámara flotará a lo largo de las restantes dos horas de película en torno a los protagonistas, a menudo en perspectiva cenital, otras veces justo detrás del propio protagonista que se recuerda a si mismo en flashbacks y una gran variedad de recursos inauditos en el cine que normalmente resuelve con mucha elegancia visual.

Nirvana y psicodelia

 Gaspar Noé ganó el premio a la mejor fotografía en el festival de Sitges de 2009  y compitió en la sección oficial del festival de Cannes ese mismo año, donde dejó al público asistente atónito y obtuvo un premio especial a la labor de fotografía, que ya os digo, es lo mejor de la cinta, un absoluto alarde de técnica, conocimiento del campo de rodaje y sobre todo de planificación. Todo ello para darnos la impresión de una vista omnisciente, una perspectiva que lo ve todo, y aunque sólo sea por esta experimentación ya merece la pena darle un visionado.

 En este aspecto, el de la fotografía, hay que incidir en el exceso que hace de la iluminación de neón característica de Tokio, y es que en ocasiones esta película será una verdadera pesadilla para un epiléptico; la enorme saturación de focos de luces y cortes rápidos del montaje os van a dejar completamente idos. Quedáis advertidos.

 Una de las cosas más interesantes que presenta la cinta es la relación entre contenido y la forma. En realidad, el argumento versa sobre la reencarnación y la necesidad de acabar los objetivos de la vida (en este caso, proteger a su hermana, interpretada por la actriz de origen español Paz de la Huerta (Boardwalk empire). Esta creencia espiritual y budista se funde a la perfección con la forma en que está  rodada la película, aunque en ocasiones Noé se muestra algo reiterativo con una serie de flashbacks sobre la trágica infancia de los hermanos o se recrea en exceso en esos viajes omniscientes que recorren la ciudad, todo ello rodeado de un ambiente opresor y pesadillesco que en ocasiones se torna demasiado tétrico y acaba cansando, ya que desorienta y marea, lo que sin duda se proponía. Aunque lo más radical son sin duda los últimos veinte minutos de los que no voy a comentar nada para no estropear el "explícito" final.

 En definitiva es un drama único y que recomiendo encarecidamente ver si se arma uno de paciencia y ganas de experimentar, pues no olvidemos que se trata de una película que no se atiene a ninguna norma y muy especial ya incluso desde sus títulos de crédito, que recomiendo encarecidamente, a pesar de ello no puedo evitar sentir un halo de grandiosidad exagerada por parte de su autor que creo, acaba jugando una mala pasada a la película. Noé debe tener un ego del tamaño de Tokio y en mi opinión podía haberlo ocultado más sutilmente en el resultado final.

 En cualquier caso, si no tenéis tiempo de experimentar durante dos horas y media del film aquí os dejo el trailer, para que os hagáis una idea de lo que os vais a encontrar. Decir también que "Enter the void" me entusiasmó por todo lo que aporta desde lo visual al lenguaje y la forma de entender la película, a pesar de la escasa calificación que la otorgo y que en ocasiones me resultase insoportable de acabar (será que me estoy volviendo viejo).

Calificación: 2 / 5





Otros análisis de "Enter the void":

jueves, 16 de junio de 2011

Miral (Julian Schnabel, 2010): Sin prejuicios en Jerusalén


Sinopsis: "Tras la creación del estado de Israel en 1948, Hind Hussein (Hiam Abbass) crea un orfanato para niños palestinos. Ya en los 60 llega ahí Miral (Freida Pinto), una joven que se verá sumida por sus ideales en la entifada contra Israel."

 Cada vez que una película toca un tema tan delicado como el conflicto palestino-israelí, siempre tiende a posicionarse a un lado u otro, creando prejuicios incluso sin pretenderlo. Creo que el punto de partida de "Miral", el último film de Julian Schnabel, artísta y director de cine con películas tan brillantes como "Antes que anochezca" y "La escafandra y la mariposa", es un triple salto mortal que intenta narrar la historia de Israel desde su nacimiento en 1948 hasta 1994 con una resolución de las naciones unidas que es el único punto en que el cineasta se posiciona. Todo lo demás supone un intento de entender las dos partes implicadas desde el dolor y el sufrimiento. 

 A pesar de ello, la película ha sentado muy mal entre la comunidad judía y está siendo toda una pesadilla de cara a la distribución para Harvey Weinstein, productor de la cinta, quien admite que la película es demasiado "pro-palestina" para la audiencia norteamericana. A pesar de las declaraciones de Weinstein y de las protestas de distintos sectores judíos, creo que la película no es en absoluto anti-semita, sino todo lo contrario, juzga ciertos tipos de actos pero a su vez reivindica una solución pro-israelita, quizás el problema está en que no sitúa buenos y malos claramente sino que intercambia los roles de "víctimas y verdugos" de unos a otros, lo que no habrá sentado nada bien entre quienes se obcecan en defender una sóla de las posturas, tanto de un lado como de otro.  Nada de esto parecen haber visto los distribuidores y la MPAA (la agencia de calificaciones por edades estadounidense) que sorprendentemente la otorgó una "R" (mayores de 18 años), lo que supone fracasar comercialmente en taquilla. Algo que se entendería si tuviera alguna escena tórrida o con sangre, pero es que no hay ni lo uno ni lo otro, más que un par de escenas de acción nada fuertes.

  El film está basado en la autobiografía de Rula Jebreal, actual esposa de Schabel, de origen palestino y que es a su vez la verdadera "Miral" que la película retrata. Lo verdaderamente interesante es la capacidad de Schnabel (de padres judíos) para entender, como ya he comentado, ambas facciones y sus motivaciones sin por ello caer en el antisemitismo ni ser un alegato de Palestina. Incluso la hija de Schnabel tiene un papel en que interpreta a una judía sin prejuicios que hace replantearse a Miral sus acciones. Es por ello que, salvo que se sea muy extremista, uno consigue entender ambas posturas y acercarlas a un término medio. A pesar de todo es quizás ahí donde fracase en su recta final, en su posicionamiento respecto a una solución demasiado simplificada que resta imparcialidad e interés a toda la propuesta.

 Otro de los problemas de la película está en el ritmo; Durante los primeros 40 minutos seguimos el devenir de varias mujeres palestinas odiadas por la población sionista que a su vez genera un odio que las lleva a ser terroristas con un montaje dinámico y veloz, pero que parece no conducir a ningún sitio hasta que aparece la susodicha Miral, un inicio en el que se nos van mostrando mujeres palestinas y su conversión en terroristas que como pasajes individuales funcionan bastante bien pero integrados en la película fallan. Es esta también una fase donde creo que se pueden malinterpretar posturas y que supongo, más habrá enfadado a los sectores conservadores estadounidenses, por mostrar los rostros de estas terroristas, por hacerlas en cierto modo humanas. Es una lástima que estos espectadores no hayan sabido leer el mensaje final de una película que tiene mucho que decir aunque se la intente acallar.

 En otro orden de cosas cabe destacar la horrenda caracterización de Hiam Abbass como anciana, todo un despropósito de verosimilitud que provocó casi más comentarios cuando se pudo ver la cinta en el festival de Venecia 2010 que la propia película. La película también cuenta con las interpretaciones en papeles menores de Willem Dafoe, Alexander Siddig y Vanessa Redgrave. Esperemos que al menos esto pese a la hora de distribuirla a nivel internacional, de hecho el trailer es mucho más parcial que la película. 

Calificación: 3 / 5


jueves, 9 de junio de 2011

La magia del montaje y el socio invisible del cinematógrafo

Sergei Einsenstein en el proceso de montaje de "Octubre" 1927
 La base del cine tal y como lo conocemos es el montaje de imágenes y sonidos. Tal contundente afirmación es hoy por hoy respetada por todo el mundo, espectadores y narradores. Sin embargo, el ejercicio de montador de cine sigue siendo una labor invisible y pocas veces recompensada al mismo nivel que el de otras facetas, incluida la fotografía, mucho más plástica y obvia en un principio. A pesar de todo, una película no es más que el resultado final del montaje. Esta afirmación, algo vaga y quizás demasiado simplista, nos muestra una realidad mucho más compleja; que el significado de la película, el fondo y la forma o la interpretación final de los actores queda relegada en el montaje final.

 Los tiempos han cambiado y las formas de hacer cine también, sin embargo me llama poderosamente la atención el hecho de que la teoría va por delante de la técnica en el apartado de edición, es decir, que la tecnología sólo ha facilitado las cosas a los montadores, a diferencia de otras áreas como la dirección de fotografía, sonido o la infografía digital, el producto final del montador sigue unas pautas independientes de la técnica, puesto que la teoría prima por delante (esa base que el director y el montador introducen en la película de distintas maneras como por ejemplo rompiendo las reglas del montaje, véase "Pulp Fiction). Es algo muy parecido a la interpretación de los actores; las modas interpretativas cambian, en los 60 las actuaciones eran menos sutiles para que el público entendiera rápidamente lo que sucedía ante sus ojos, y del mismo modo las reglas de edición cambian según modas o autores. Walter Murch, mítico montador de Coppola en "Apocalypse now" o de Anthony Minghella en "El Paciente inglés" lo explica a la perfección:

 "Después de hacer la transición a la edición "electrónica" y de empezar a trabajar con Avid en 1995, quise averiguar si había diferencia entre mi estilo analógico y mi estilo digital. No la había: de hecho, me sorprendió ver lo actuales que parecían mis primeras películas. Hoy tomaría las mismas decisiones de montaje."
   -Extraído del libro "El arte del montaje: una conversación entre Walter Murch y Michael Ondaatje"

 Asimismo, puesto que estos días estoy realizando un curso sobre montaje en cine, he querido mostraros un interesantísimo documental sobre este oficio invisible, que narra con precisión el poder del corte en el arte cinematográfico y su relación con el espectador y la importancia de la reconstrucción del relato por parte de éste. Tanto desde una perspectiva histórica como epistemológica del montaje.

lunes, 23 de mayo de 2011

De Madrid a la India: BollyMadrid 2011

 Junto con el festival de cine Indio que estos días está teniendo lugar en Madrid del 17 al 31 de mayo (ImagineIndia), este será el cuarto año en el que podoremos disfrutar también de BollyMadrid, una propuesta parecida a ImagineIndia pero de carácter más desenfadado y callejero. 

 En BollyMadrid el cine queda aparcado en un segundo plano para una fiesta de barrio con la peculiaridad de la temática Bollywood. Las plazas de Lavapiés dan cobijo por un fin de semana (del 3 al 5 de junio) a un festival lleno de colores y multitud de opciones; desde talleres, puestos de comida, cine, danza de varios estilos y talleres de todo tipo, hasta algo de folclore e historia. Creo que el gran triunfo de estas fiestas anuales es el ambiente que consiguen crear en la fusión de cine, gastronomía y danza, fundamentalmente. Al menos el año pasado disfruté como un enano (bueno, la película que vi era mala con ganas, pero el ambiente era estupendo).

 En cuanto a lo cinematográfico, no hay mucho interés más allá del ambiente que se crea en la imponente plaza Agustín Lara, junto al imponente edificio de la UNED, y que supone una experiencia al aire libre que se asemeja bastante, según dicen, a la experiencia de ir al cine en la India, con gente aplaudiendo cuando el chico consigue a la chica o clamando su disgusto cuando el malo consigue lo que se propone, todo ello bajo el cielo abierto y junto a puestos donde seguir calmando la sed y el hambre. Es conveniente aclarar que hay más cine en India y Bengala más allá de Bollywood. Y es que el cine que proyectan en la plaza alienta este ambiente festivo, pero en cuanto a calidad deja bastante que desear y puede dar una imagen errónea de esta cinematografía, de la que queda aún mucho que descubrir.

 Las tres películas que exhibirán este año a las 22 horas de la noche en la plaza Agustín Lara son las siguiente (no he visto más que avances):

 -EDITADO: Las películas que se iban a exhibir en un principio no lo harán debido a que dos de ellas fueron ya exhibidas el año pasado, es un error de la propia organización y actualmente no hay películas confirmadas, podéis consultar la programación aquí: http://www.bollymadrid.com/programa2011.jpg

Anteriormente en este párrafo criticaba la apariencia estúpida y vacía de las producciones que iban a poner pero al no ser estas definitivamente las elegidas animo a que los organizadores consigan películas como Om Shanti OmVeer Zara o Kisna: The warrior poet y, por qué no, clásicos actuales como la impresionante Asoka, Devdas o Lagaan: Once upon a time in India (estas dos últimas incluso llegaron a competir en Cannes y los oscars respectivamente, pese a ser comedias musicales).

 En cuanto a lo culinario y actividades culturales, hay numerosos puestos en las tres plazas de Lavapiés donde probar por sólo un euro (al menos el año pasado) todo tipo de platos, desde los típicos de pollo al tandoori, samosas y arroz al curry a otros mucho más elaborados y desconocidos. Hay que decir que la comida tiene una relación calidad-precio y sobre todo destacaría su variedad. También hay numerosas exhibiciones de danza de distintas regiones de la India y Bengala y algunos talleres para niños y adultos (estos últimos suelen ser por la mañana).

 Como colofón y para ir calentado aprovecho para mostraros canciones de algunas de las películas de bollywood que más me han gustado. ¡Os espero a todos en ImagineIndia y BollyMadrid las próximas semanas!.

 Main Hoon Naa (Farah Kan, 2004) canción: Chale Jaise Hawaien.
 Comentario: Impresionante coreografía grupal en un sólo plano secuencia.

 Asoka (Santosh Sivan, 2001) canción: Aa Tayar Hojaa
 Comentario: como en su día traduje esta gran película épica aprovecho para mostraros alguna escena de su bonita música y puesta en escena.

jueves, 19 de mayo de 2011

La polémica "Von Trier"


 La polémica estallaba el 18 de mayo en la rueda de prensa de "Melancholia" (la última de Lars Von Trier, nada que ver con la otra de Lav Díaz de la que he hablado recientemente en este blog). Un periodista le preguntaba sobre el interés de éste por la estética nazi, la cual por cierto posee cierta belleza sacándola de su contexto político, todo sea dicho de paso. Von Trier contestó que entendía a Hitler de una forma empática, es decir, que entiende lo que le pasaba por la cabeza, no que lo comparta. Pero claro, igualmente es un comentario desafortunado que no se tenía que haber dicho y que fuera de contexto puede parecer un comentario xenófobo. A continuación está el vídeo con toda la respuesta que dio Lars. Creo que después de verlo es difícil tomarse toda esta polémica en serio (atención a las caritas de Kirsten Dunst):


Tenéis la traducción textual en castellano de lo que dice aquí.

 Quien conozca la actitud provocadora del cineasta no hará falta que le convenza que lo que intentaba era únicamente sembrar la polémica sobre un tema espinoso y tabú como es habitual en él. Poco después pidió perdón por sus declaraciones y reiteró su apoyo a los judíos.

 Dieron igual sus disculpas, el caos ya se había apoderado de los medios, Von Trier había dicho "Hitler". da igual que fuese parte de un comentario irónico, la inquisición mediática no entiende de bromas y ya ha dado un veredicto; Von Trier debía ser desterrado, y así fue como el niño mimado del cine de autor vio como el festival que le había encumbrado "enseñaba las garras" por unas palabras desafortunadas, que se podrían calificar como "incendiarias" tanto como de "vacías". Así, el único director que no se dedica a poner cara de acelga en una sala de prensa mientras nos vende una película fue expulsado del edén cinéfilo permanentemente (próximas ediciones incluídas según últimas informaciones).

 Es aquí donde surge mi gran incógnita y es, ¿Por qué una sanción tan dura por expresar una opinión irónica? ¿No se puede satirizar sobre temas de dureza histórica? Es lógico que en Francia no sea así y hasta me parece justa una sanción, pero la de exiliarle me parece del todo exagerada. Es obvio que sus palabras eran para reírse de la prensa y de sus preguntas pero es que incluso más allá de eso, incluso aunque fuesen absolutamente en serio, él afirma entender a Hiter y "entender" no significa "apoyar", acepción que se le ha dado de forma automática. Si se vuelve a ver el vídeo también se puede sacar que Von Trier hacía una comparación entre si mismo ejerciendo de director de cine (siempre se le ha considerado un dictador en el set de rodaje que incluso maltrata psicológicamente a sus actores) y el dictador Hitler. Lo más curioso es el hecho que el festival haya recurrido a un método de carácter tan elitista e incluso fascista como el del "destierro" o la censura para protegerse de los comentarios de este cineasta, demostrando que esta última provocación de Von Trier quizás sí que tuviera sentido de ser y pueda decirnos algo acerca de la paranoia mediática en que vivimos.

 Habría que preguntarse qué hubiese pasado si en vez de Hitler, Von Trier hubiese abierto la boca para hablar de otros dictadores, estoy convencido que si hubiera dicho que entendía a Stalin no se hubiese llegado a tanto (al fin y al cabo, sólo mató judíos de la Europa oriental, que queda muy lejos de la burguesía francesa que reina Cannes) o si hubiese dicho Mao se le hubiese considerado un utópico con ideales..

 Por otro lado, independientemente que el lector no esté de acuerdo conmigo en ninguno de los puntos anteriores, creo que la actuación en contra del cineasta es desmedida y me explico; los directores de cine que van a presentar su película a un festival no representan al mismo, por lo que el caso no es comparable al de Galiano de hace algunos meses, en el que se puede entender que la marca se quisiera desentender por la mala imagen dada. Aquí lo único que se resentirá será "Melancholia", su nueva película que partía como una de las favoritas para la palma de oro. (Almodóvar y Kaurismaki deben estar frotándose las manos)

 En definitiva, más allá de toda la polémica creo que Lars, al igual que en sus películas nos enfrenta cara a cara con la xenofobia ("Manderlay") o a la misoginia ("Anticristo") desde una perspectiva empática (lo que no significa que rezumen ningún tipo de ideología, sino que se le pone al espectador en esa situación concreta, eso es lo que las hace tan inmensas) que consigue sacarnos lo peor y mejor de dentro.

 Personalmente, yo me quedo con la respuesta que dio a la pregunta de si le gustaría tener un superéxito, a lo que contestó: "Claro, a los nazis nos encanta todo a gran escala"