jueves, 19 de mayo de 2011

La polémica "Von Trier"


 La polémica estallaba el 18 de mayo en la rueda de prensa de "Melancholia" (la última de Lars Von Trier, nada que ver con la otra de Lav Díaz de la que he hablado recientemente en este blog). Un periodista le preguntaba sobre el interés de éste por la estética nazi, la cual por cierto posee cierta belleza sacándola de su contexto político, todo sea dicho de paso. Von Trier contestó que entendía a Hitler de una forma empática, es decir, que entiende lo que le pasaba por la cabeza, no que lo comparta. Pero claro, igualmente es un comentario desafortunado que no se tenía que haber dicho y que fuera de contexto puede parecer un comentario xenófobo. A continuación está el vídeo con toda la respuesta que dio Lars. Creo que después de verlo es difícil tomarse toda esta polémica en serio (atención a las caritas de Kirsten Dunst):


Tenéis la traducción textual en castellano de lo que dice aquí.

 Quien conozca la actitud provocadora del cineasta no hará falta que le convenza que lo que intentaba era únicamente sembrar la polémica sobre un tema espinoso y tabú como es habitual en él. Poco después pidió perdón por sus declaraciones y reiteró su apoyo a los judíos.

 Dieron igual sus disculpas, el caos ya se había apoderado de los medios, Von Trier había dicho "Hitler". da igual que fuese parte de un comentario irónico, la inquisición mediática no entiende de bromas y ya ha dado un veredicto; Von Trier debía ser desterrado, y así fue como el niño mimado del cine de autor vio como el festival que le había encumbrado "enseñaba las garras" por unas palabras desafortunadas, que se podrían calificar como "incendiarias" tanto como de "vacías". Así, el único director que no se dedica a poner cara de acelga en una sala de prensa mientras nos vende una película fue expulsado del edén cinéfilo permanentemente (próximas ediciones incluídas según últimas informaciones).

 Es aquí donde surge mi gran incógnita y es, ¿Por qué una sanción tan dura por expresar una opinión irónica? ¿No se puede satirizar sobre temas de dureza histórica? Es lógico que en Francia no sea así y hasta me parece justa una sanción, pero la de exiliarle me parece del todo exagerada. Es obvio que sus palabras eran para reírse de la prensa y de sus preguntas pero es que incluso más allá de eso, incluso aunque fuesen absolutamente en serio, él afirma entender a Hiter y "entender" no significa "apoyar", acepción que se le ha dado de forma automática. Si se vuelve a ver el vídeo también se puede sacar que Von Trier hacía una comparación entre si mismo ejerciendo de director de cine (siempre se le ha considerado un dictador en el set de rodaje que incluso maltrata psicológicamente a sus actores) y el dictador Hitler. Lo más curioso es el hecho que el festival haya recurrido a un método de carácter tan elitista e incluso fascista como el del "destierro" o la censura para protegerse de los comentarios de este cineasta, demostrando que esta última provocación de Von Trier quizás sí que tuviera sentido de ser y pueda decirnos algo acerca de la paranoia mediática en que vivimos.

 Habría que preguntarse qué hubiese pasado si en vez de Hitler, Von Trier hubiese abierto la boca para hablar de otros dictadores, estoy convencido que si hubiera dicho que entendía a Stalin no se hubiese llegado a tanto (al fin y al cabo, sólo mató judíos de la Europa oriental, que queda muy lejos de la burguesía francesa que reina Cannes) o si hubiese dicho Mao se le hubiese considerado un utópico con ideales..

 Por otro lado, independientemente que el lector no esté de acuerdo conmigo en ninguno de los puntos anteriores, creo que la actuación en contra del cineasta es desmedida y me explico; los directores de cine que van a presentar su película a un festival no representan al mismo, por lo que el caso no es comparable al de Galiano de hace algunos meses, en el que se puede entender que la marca se quisiera desentender por la mala imagen dada. Aquí lo único que se resentirá será "Melancholia", su nueva película que partía como una de las favoritas para la palma de oro. (Almodóvar y Kaurismaki deben estar frotándose las manos)

 En definitiva, más allá de toda la polémica creo que Lars, al igual que en sus películas nos enfrenta cara a cara con la xenofobia ("Manderlay") o a la misoginia ("Anticristo") desde una perspectiva empática (lo que no significa que rezumen ningún tipo de ideología, sino que se le pone al espectador en esa situación concreta, eso es lo que las hace tan inmensas) que consigue sacarnos lo peor y mejor de dentro.

 Personalmente, yo me quedo con la respuesta que dio a la pregunta de si le gustaría tener un superéxito, a lo que contestó: "Claro, a los nazis nos encanta todo a gran escala"

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