CYCLO (Tran Anh Hung, 1995, Vietnam)

Entre tanto top poco espacio estoy dejando a la temática original de la que parte este blog, ese cine algo desconocido pero inmenso. Así llegamos a una pequeña obra maestra de 1995, ganadora del festival de Venecia pero que hoy en día parece haber pasado al olvido.



 Repleto de poesía, este retrato de la violencia en la sociedad contemporánea y sus causas y efectos, narra dos historias que se miran la una a la otra como si de un espejo se tratara.

Un joven que trabaja transportando gente en su cyclo (como un servicio de taxis con bicicletas) con aspiraciones de pertenecer a un grupo criminal y otro que no es más que un "outsider" dentro de un mundo que detesta pero al que no deja de alimentar con su violencia. Sin embargo, no se trata de una historia de mafia, ni de crímenes, sino que se impregna de imágenes hipnóticas para meternos en una obra contemplativa en la que el espectador es tan importante como el propio autor para desenmascarar la obra.
 ¿Por qué ese olvido a una obra cumbre como esta? Supongo que la principal razón se deba a lo poco que Tran Anh Hung ha vuelto a hacer en cine, apenas tres películas en quince años. Además se trata de una película de extremos, no a todo el mundo gustará bien por la violencia (física y psicológica) o bien por el estilo pausado propio del cine asiático.
 La fotografía refleja muy bien esa caótica estructura social que rige toda la película, y que queda plasmada perfectamente en el medio de transporte del protagonista; un cyclo con el que lleva a la gente de un lugar a otro de una manera primitva y casi esclavista para una mirada occidental. Una película de momentos, como la escena de la discoteca o el alucinado viaje al infierno interior (pintura azul y pececito incluidos) del final.
 El trío protagonista: Le Van loc, Tony Leung y Nguyen Nhu Quynh están fantásticos, especialmente esta última, una prostituta constántemente vejada que guarda un interesante mundo interior conseguido gracias a esa inmensa actriz vietnamita.

 Tran Anh Hung debe ser un tipo curioso de conocer, pues cada film suyo respira un hedor propio, así "El olor de la papaya verde" o "I come with the Rain" son en si mismas mundos particulares que no tienen reciprocidad entre si, siendo Cyclo también otro impactante pero único lugar cinematográfico. De nuevo nos dejamos hipnotizar durante dos horas por un fascinante mundo al que no querríamos pertenecer. La potencia de sus imágenes es tal que muchas de ellas quedan en el inconsciente durante mucho tiempo (el ambiente de Saigón, el final...). 


 Sea como sea, recomiendo re-descubrir esta obra maestra, de lo mejorcito de los 90.


Calificación: 4,5 / 5