martes, 8 de febrero de 2011

Rare exports, A Christmas Tale (Jalmari Helander, 2010)

Cómo desperdiciar un buen relato de terror


Cuando un cuento sobre la inocencia se junta con uno de miedo, por lo general el híbrido resultante suele ser un interesante juego de miedos primitivos en los que el protagonista se enfrenta contra diversas aprensiones infantiles. Cuánta más dualidad exista entre esta inocencia (sin caer en la ingenuidad) y los miedos desconocidos más funciona un relato, es decir, cuanto más se tense la cuerda que mantenga al espectador enganchado por "conocer" más interesante es este. El problema es que llegados a un punto, hay que destensar esa cuerda, y muchas veces los relatos se hacen un nudo a si mismos ahogándolos en su propia materia.

 Este es el caso de "Rare exports: A christmas tale", dirigida por el finlandés Jalmari Helander y que ganó en el pasado festival de Sitges; una película que comienza prometiendo mucho y que decepciona de  golpe. Veamos por qué: Todo comienza en Laponia con dos niños que observan las excavaciones que unos anglosajones están llevando a cabo en unas montañas nevadas que colindan con sus hogares. Pronto Pietari, uno de los niños, descubre el motivo de la zanja que están haciendo; quieren encontrar a Santa Claus que, según leyendas locales en su origen era un demonio que castigaba a los niños malos, con cuernos y un rostro espeluznante (que el niño observa en unas sugerentes y aterradoras ilustraciones que consiguen estremecer al espectador ante lo que se le viene encima) enterrado en la gélida montaña. Por supuesto, nadie le cree hasta que se precipitan los acontecimientos.

 Sin lugar a dudas, la primera hora de película es altamente estimable, consigue interesar por su ritmo lento y sosegado en un ambiente tirante y deprimente que es, francamente, lo mejor de la película junto a su banda sonora. La sensación de extrañeza y caos en paisajes idílicos está francamente conseguida, nos hace recordar, por el "tufillo" que desprende a esas películas de aventuras infantiles de los 80 maceradas con un aire de misterio infantil. En muchos momentos el film se vuelve muy interesante y te mantiene pegado (cuando el supuesto "papá noël" queda inconsciente y el padre de Pietari y sus amigos lo llevan al almacén, a pesar de que el espectador y el niño protagonista sepan que les puede salir caro). A esto hay que añadir el perturbador rostro de este "Santa" que huele niños y los apresa en sacos de verduras interpretado por un tal Jonathan Hutchings, cuyo físico le permite estremecer sin necesidad de abrir la boca, es lo mejor de la cinta.

 Pero como ya he comentado anteriormente, la película se viene abajo en su recta final, un final del que no daré detalles para no desvelar nada al espectador que se aventure pero que es tan estúpido, incoherente, naif, distenso, ridículo y sonrojante que uno se queda con cara de tonto pensando si es una tomadura de pelo, un sueño de uno de los protagonistas o cualquier otro tipo de excusa salvo la de pensar que la idea del guionista era terminarlo así. Cine de terror que se transforma en cine de acción del malo, destinado decididamente al público juvenil e infantil que mancha el excelente relato de terror que hasta entonces se había construido, hasta el punto de que uno piensa con ese final si en realidad querían hacer una comedia desde el principio pero les quedó "austera" en su primera hora. Afortunadamente esta aberración argumental dura sólo los últimos veinte minutos, aunque desgraciadamente son suficientes para destrozar la película entera.

 El problema radica en el propio cineasta, Helander, ya que ésta es la versión largometraje de una serie de cortos que realizó hace siete años "Rare exports Inc" que como tales son excelentes pero que terminan por destrozar argumentalmente la película. La historia requería olvidarse de esos cortos y empezar de cero, pero lo dicho, a veces los cineastas se ahogan en su propia historia.

 Otros Santa Claus asesinos...

 El cine se ha fijado poco en la siniestra figura de Papá noël, al menos, creo yo, no le ha sacado sacar partido. Sobre todo se han hecho slashers (subgénero de terror juvenil) o comedias negras. 

 -En cuanto a slahers, el más conocido es sin duda "Noche de paz, noche de muerte" (1984) que contó con hasta cinco secuelas, Aunque personalmente creo que si la primera (y única que he visto) es pésima, las demás no las quiero ni imaginar. Eso si, la cinta tiene escenas algo fuertes para la época (básicamente el principio).

 Otra que quizás conozcáis es el segundo episodio de la famosa serie "Historias de la cripta" titulado "Y por toda la casa" (que podéis disfrutar en el enlace) en las que un loco se escapa del psiquiátrico para atemorizar a una ama de casa que ha sido mala. El capítulo, dirigido nada menos que por Robert Zemeckis en 1989, que mantiene la tensión en sus escasos veinte minutos y la caracterización y los sonidos del "malo" le convierten, con diferencia, el santa claus más terrorífico hasta la fecha (si no contamos a Tim Allen, claro).

 -En cuanto a comedias negras, la más entretenida quizás sea "Santa's slay" (Estados Unidos, 2005) o el episodio de futurama en el que Santa Claus siembra el pánico. Aunque de todas ellas la más conocida fue la interpretada por Billy Bob Thornton en 2003 Bad Santa que muestra a un tipo rudo y maleducado aunque el film es más comedia que terror.


Calificación "Rare exports: a Christmas tale" (Jalmari Helander, Finlandia, 2010):







VER TRAILER:

martes, 1 de febrero de 2011

Piraña 3D (Alexandre Aja, 2010) Más allá de lo gore...


Aunque pueda parecer chocante debido a la naturaleza del blog, tenía ganas de hablar sobre esta película, un apetecible festín macabro y bestia donde los haya, que nace como homenaje al cine de serie B de los 70 (No en vano, se trata de un remake del film homónimo de Joe Dante). Alexandre Aja, cineasta especializado en cine de terror que ha conseguido que todas sus películas sean un éxito a pesar que en su cine las vísceras llenen buena parte del metraje, muestras de su sádico cine son "Las colinas tienen ojos" o "Alta Tensión". 

 La película se debía haber estrenado ya en España pero probablemente los distribuidores no sepan cómo venderla y estén esperando a ver cómo se porta Saw 3D en taquilla para traerla a nuestro país... o probablemente tengan miedo de que les planten una X como le sucedió a Saw 6, impidiendo su estreno hace más de un año, porque desde luego, esa era un juego de niños comparado con lo que se ve en Piraña 3D. Todo está medido para que al espectador le salpique la sangre en una orgía algo exagerada. Y es ahí donde radica su esencia, es una película cuyo disfrute aumenta considerablemente en tres dimensiones. Tuve la oportunidad de hacerlo el pasado fin de semana y aquí van varias de mis conclusiones:

 Cuerpos diez por fuera y por dentro

 El film no engaña a nadie, es pretendidamente malo y pueril. Primero se nos enseña la introducción en la que se nos muestra el origen de los acontecimientos (un terremoto provoca una falla en el interior del lago que permite salir a una especie prehistórica de pirañas mucho más grandes de lo habitual). El resto del film es un desfile de cuerpos de escándalo y de escenas algo picantes con el fin, supongo, de levantar la testosterona en el patio de butacas mientras se avecina el segundo desfile, pero esta vez de cuerpos desmembranados y formas de morir absolutamente delirantes, eso si, todo ello rodado con un realismo que en ocasiones daña la sensibilidad. En ese sentido, recuerda a las "explotation movies" como Grindhouse, no en vano, Alexandre Aja, director del film, ya se encargó de un "fake trailer" para el proyecto que llevaron a cabo Tarantino y Rodríguez en 2008. 

 La sangría de los veinte últimos minutos es sin duda una de las más repugnantes que se ha visto en cine. Hay que recordar que en su estreno en Estados Unidos el pasado agosto los productores querían venderla como "La película más gore de todos los tiempos". Durante el metraje hay tres constantes que se repiten: Tetas, culos y sangre llegando a producir escenas de un inusitado realismo con miembros de todo tipo siendo desgarrados por las pirañas asesinas. En ese sentido es un producto adolescente puro.

 Todos los personajes sin excepción son absolutamente planos y juegan un papel determinado en el guión, llegando a producirse situaciones absurdas como la de los niños navegando al "delta" en medio del lago sin motivación alguna. A pesar de ello se disfruta porque no engaña al espectador en ningún momento y es ahí donde me gustaría incidir; a pesar de lo poco creíble del argumento (pirañas prehistóricas que salen de un lago dentro de un lago, recordemos) uno la disfruta sin expectativas y dejándose sorprender por ver cuál será la siguiente escena y "hasta donde" van a llegar en cuanto a desmembramientos ante la pantalla. Por todo ello es posible que tarden en estrenarla más de la cuenta. Más teniendo en cuenta que en Estados Unidos ya ha salido una versión anaglífica (para gafas rojas y azules) que permite disfrutarla en toda su tridimensionalidad. Yo recomiendo verla sin esperar mucho de ella.

 Aquí os dejo un spot (aunque los momentos más sangrientos los han puesto con efectos de sonido típicos de las comedias para aliviar el impacto):