miércoles, 19 de enero de 2011

Uncle Boonmee Who can Recall past Lives (Apichatpong Weerasethakul, 2010): Poética espiritualidad tailandesa


 Después de dos meses de inactividad en el blog en los que apenas tenía tiempo libre vuelvo a la carga con el blog. Además en mi primer post de este 2011 hablaré de una película muy especial en todos los sentidos que no habrá pasado desapercibida a ningún cinéfilo que se precie; "Uncle Boonmee who can recall past lives", la última película de Apichatpong Weerasethakul, la ganadora de la palma de oro en el último Cannes y la gran generadora de polémica en torno al cine de autor durante todo 2010.

 Sinopsis: "Boonmee pasa sus últimos días en un caserón en la selva junto a su cuñada y sobrino esperando la llegada de la muerte. Una noche se le aparecerá el fantasma de su mujer y su hijo."

 Quienes sean habituales del blog se habrán dado cuenta ya de mi especial predilección por este cineasta tailandés que en cada película sabe cómo crear adicción al espectador para que este contemple su obra como la suya propia. Estas palabras, que a muchos os sonarán como una justificación a una obra vacía que no dice nada por si sola esconde un misterio que la mayoría de los espectadores no estarán dispuestos a dilucidar; la predisposición a la hora de ver cine. En "Uncle Boonmee" es imprescindible dejarse llevar y ser transportado, pues las imágenes que nos ofrece atacan más al lado emocional que al de la lógica, de esta manera se adentra en una parábola sensorial sobre la muerte, la juventud y la vejez rodeada de un aura de poesía y fantasmagoría tailandesa que en muchos momentos la acercan al "realismo mágico".

 El ritmo de la película y los diálogos se engloban dentro de un tipo de cine de autor único, pues por un lado las escenas son largas y sin embargo fáciles de entender a nivel visual, lo que la confronta con gran parte del cine "gafapasta" en el que a muchos críticos sin demasiada visión de conjunto les gustaría poder incluir.
 Mención aparte merece el sonido ambiental y la fotografía; si normalmente son dos factores importantes a la hora de enganchar al espectador, hay que reconocer que en este film ambas están por encima de otros apartados que a priori suelen cuidarse más en otras filmografías como los diálogos (a pesar de ello tienen una gran carga lírica) y la acción, aquí, por un lado el montaje sonoro contribuye a crear una experiencia salvaje, a engullirse en el interior de la selva, que no es otra cosa que una representación de la complejidad interior, para crear un ambiente entre lo tenebroso, lo onírico y lo naïf.  

 Quien haya visto toda la obra de Apichatpong Weerasethakul se dará cuenta de un curioso detalle; hay un diálogo interno entre sus películas, es decir, que se retroalimentan y muestran, en definitiva, lugares comunes que se entremezclan sin cruzarse y se superponen sin imponerse los unos a los otros, una experiencia difícil de explicar, ¡vaya!.

 Como ya comenté en el análisis de "Syndromes and a century", todas sus películas empiezan de un fragmento de la anterior, esto se ejemplifica en el buey que intenta escapar a la muerte huyendo por la selva con la que da comienzo "Uncle Boonmee" proviene, como claramente verá el espectador avispado, del buey fantasmal de "Tropical Malady". Lo mismo se podría decir del mono fantasma o de la escena de la cueva, que supone el descubrimiento de una verdad interior, si en el caso de "Tropical..." era la sexualidad de los protagonistas aquí es el sendero previo a la muerte. Pero es que incluso uno de los protagonistas de "Tropical..." habla en ésta película de 2004 de su tío Boonmee que puede recordar vidas pasadas, protagonista que repite en la película que nos ocupa. Todo ello nos lleva a pensar, en términos metalingüísticos, a la composición de sus filmes como una vida en si misma. Sólo hay que ver un fragmento en concreto del film, de una princesa vieja y sin amor que es transportada por varios esclavos que desprende una gran belleza y factura visual.

  En definitiva, la película tiene infinidad de lecturas que el espectador irá deshilvanando. Conviene recordar que esto mismo es lo que se le ha criticado a la película, muchos críticos se han cebado con ella definiéndola generalmente como "vacía". Todo ello se deba a que no sigue unos parámetros estructurales convencionales (no posee inicio ni nudo sino que todo aparece "in media res") y porque se trata de un cine lento y contemplativo, ¿qué es lo más fácil de decir si uno no tiene ganas de pensar ni dejarse llevar por las imágenes? pues decir que es vacía. Por eso animo a todo aquel que quiera disfrutar de dos horas de lirismo a que descubra esta cinta y a todo aquel que busque un entretenimiento intrascendente, que se aleje lo máximo posible o, al menos no se dedique a criticar los gustos de los demás. En cuanto a la filmografía de Apichatpong, algún día me atreveré a hablar de sus otras películas: "Mysterious object at noon" y "Blissfully yours" pero especialmente sobre "The adventures of Iron Pussy", que dejará a alguno pensando si se trata del mismo director. Y es que el cine cambia, al igual que las personas.

 "Uncle Boonmee" por tanto es una obra difícil de analizar, mutable, simbólica, elegante y salvaje al mismo tiempo, una maravilla del cine contemporáneo que muestra una forma de narrar única y, por tanto no complacerá a todo el mundo por igual.

Calificación: 4 / 5